Sin cuatro titulares pero con confianza, los celestes jugarán hoy en Le Havre ante Francia un partido que plantea dificultades
Hay que ver la alegría con la que entrena Uruguay para entender cómo vive la selección de Tabárez. Son las 19.30 en Francia (cinco horas menos en Uruguay) cuando comienza la práctica vespertina del martes en el Océane, un estadio inaugurado hace un mes y que se estrenará con el partido que los celestes jugarán hoy ante Francia. Las risas retumban en la moderna estructura del escenario, que juega a favor de la naturaleza porque se alimenta de la energía que generan paneles solares y utiliza el agua de la lluvia.
Es verdad que con buen humor y confianza no se gana, que se necesitan futbolistas en gran forma y equipos que funcionen como tales. Hoy no estarán Martín Cáceres (lesionado), Egidio Arévalo Ríos, Edinson Cavani ni Luis Suárez (liberados para este partido tras la participación en Londres), pero la selección tiene la memoria de los más de 100 encuentros que dirigió el entrenador, de las experiencias aprendidas en los tropiezos y en los éxitos, y la seguridad de que supieron desarrollar un proyecto sólido, que, no obstante, en Le Havre tendrá una prueba de fuego.
Uno de los objetivos que se planteó Tabárez fue elevar la calidad de los rivales, porque eso brindaría a Uruguay la posibilidad de medir fuerza ante los mejores y preparar los partidos importantes, que luego debería jugar en los mundiales. Hoy tendrá a una renovada Francia como rival, y cumple su objetivo de chocar con uno de los grandes de Europa.
El Océane hará sentir la localía, con las 25 mil entradas agotadas y un público que espera ansioso el debut del entrenador Didier Deschamps, sucesor de Laurent Blanc. A favor de los celestes cuenta que el ex futbolista inicia un nuevo proceso, con la carga que transmite la falta de antecedentes y de memoria en un grupo de trabajo.
“Ya pasó a lo largo de estos seis años y se demostró que las experiencias y las estadísticas mandan acerca de lo que puede dar este equipo a pesar de las ausencias”, señaló Sebastián Abreu a El Observador, consultado acerca del desafío que implicaba jugar el partido de hoy con un equipo diezmado. Luego, en la conferencia, el DT recordó: “Contra Italia (por las bajas que tuvo el equipo), fue más difícil que este partido”.
En esta tarde de Uruguay, los celestes jugarán ante Francia con Victorino, Gargano y Abreu, habituales suplentes, como titulares. Tácticamente presentará un 3-4-2-1, con Abreu como único punta.
Celestes y azules se enfrentaron seis veces en la historia, los últimos tres partidos (Mundial 2002, amistoso 2008 y Mundial 2010) culminaron 0-0, en 1985 ganaron los franceses 2-0 y en 1924 y 1966 los uruguayos 5-1 y 2-1.
Con los ojos puestos en los próximos partidos de Eliminatorias, ante Colombia y Ecuador, y con la confianza que brinda un invicto de 17 partidos, los buenos antecedentes y la posibilidad de jugar con los grandes del mundo, Uruguay visita a Francia en un partido de riesgo, pero le muestra su mejor sonrisa.
Es verdad que con buen humor y confianza no se gana, que se necesitan futbolistas en gran forma y equipos que funcionen como tales. Hoy no estarán Martín Cáceres (lesionado), Egidio Arévalo Ríos, Edinson Cavani ni Luis Suárez (liberados para este partido tras la participación en Londres), pero la selección tiene la memoria de los más de 100 encuentros que dirigió el entrenador, de las experiencias aprendidas en los tropiezos y en los éxitos, y la seguridad de que supieron desarrollar un proyecto sólido, que, no obstante, en Le Havre tendrá una prueba de fuego.
Uno de los objetivos que se planteó Tabárez fue elevar la calidad de los rivales, porque eso brindaría a Uruguay la posibilidad de medir fuerza ante los mejores y preparar los partidos importantes, que luego debería jugar en los mundiales. Hoy tendrá a una renovada Francia como rival, y cumple su objetivo de chocar con uno de los grandes de Europa.
El Océane hará sentir la localía, con las 25 mil entradas agotadas y un público que espera ansioso el debut del entrenador Didier Deschamps, sucesor de Laurent Blanc. A favor de los celestes cuenta que el ex futbolista inicia un nuevo proceso, con la carga que transmite la falta de antecedentes y de memoria en un grupo de trabajo.
“Ya pasó a lo largo de estos seis años y se demostró que las experiencias y las estadísticas mandan acerca de lo que puede dar este equipo a pesar de las ausencias”, señaló Sebastián Abreu a El Observador, consultado acerca del desafío que implicaba jugar el partido de hoy con un equipo diezmado. Luego, en la conferencia, el DT recordó: “Contra Italia (por las bajas que tuvo el equipo), fue más difícil que este partido”.
En esta tarde de Uruguay, los celestes jugarán ante Francia con Victorino, Gargano y Abreu, habituales suplentes, como titulares. Tácticamente presentará un 3-4-2-1, con Abreu como único punta.
Celestes y azules se enfrentaron seis veces en la historia, los últimos tres partidos (Mundial 2002, amistoso 2008 y Mundial 2010) culminaron 0-0, en 1985 ganaron los franceses 2-0 y en 1924 y 1966 los uruguayos 5-1 y 2-1.
Con los ojos puestos en los próximos partidos de Eliminatorias, ante Colombia y Ecuador, y con la confianza que brinda un invicto de 17 partidos, los buenos antecedentes y la posibilidad de jugar con los grandes del mundo, Uruguay visita a Francia en un partido de riesgo, pero le muestra su mejor sonrisa.
Fuente: El Observador.
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