Si Óscar Tabárez no tiene guardada una sorpresa especial para el estreno olímpico o no se deja seducir por el rendimiento que tuvo Nicolás Lodeiro en el equipo suplente, donde se convirtió en el dueño de la pelota, Uruguay ya tiene prácticamente confirmado el equipo que empezará su campaña en Londres 2012 contra Emiratos Árabes.
A juzgar por el nuevo ensayo futbolístico que el maestro realizó en el Grammar School de Manchester, Matías Aguirregaray se metió, definitivamente, en la oncena titular en lugar de Jonathan Urretaviscaya. Es simple, si bien hubo algunas modificaciones entre los zagueros, estas se produjeron para mantener el entendimiento entre Alexis Rolín, Sebastián Coates y Ramón Arias.
Como Uruguay tiene nada más que 20 jugadores y Tabárez se vio obligado a armar dos equipos de diez hombres cada uno, poniendo incluso al arquero Martín Rodríguez de zaguero con los muchachos que ayer jugaron de negro, siempre uno de los zagueros titulares estuvo con los suplentes.
De entrada, en el fútbol que terminó con victoria de los titulares por 4 a 2 con tres goles de Edinson Cavani y uno de Luis Suárez, en los de blanco jugaron Campaña, Aguirregaray, Rolín, Coates, Albín, Calzada, Arévalo Ríos, Ramírez, Cavani y Suárez. Los oponentes fueron Gelpi, Arias, Rodríguez, Polenta, Silva, Urretaviscaya, Diego Rodríguez, Lodeiro, Viudez y Hernández. Dos cambios: Ramón Arias por Rolín y Rolín por Coates. Nada más que eso. De lo que se vio, mucho se sabe de memoria. Por ejemplo, que los de arriba matan y que en ellos se sostiene el sueño. Primero que nada porque Ramírez los habilita cada vez mejor y porque en el mano a mano no hay manera de contenerlos.
Si Suárez se vuelca atrás para recibir y empezar el contragolpe, los arrastra. Si Cavani tira la diagonal, los deja colgados.
Además, mucho, pero mucho hincapié en la presión, en sostener al equipo lo más arriba posible y meter los cambios de frente para las subidas de Albín y Aguirregaray. El primero estuvo muy activo y llegando incluso hasta la zona de definición de las jugadas.
Acento también en los toques cortos, en la posesión de la pelota y en el cambio de ritmo para sorprender. Felicitaciones por doquier del maestro para los que cumplieron mejor la labor táctica y hasta para alguna jugada bien hilvanada que permitió quebrar las líneas a puro toque.
Del otro lado, Lodeiro de timón. Moviéndose para un lado y el otro. Tomando el balón, distribuyéndolo con eficacia y arrimándose de nuevo para convertirse en la vía de escape del que había recibido el pase. Además de fabricar, también llegando y probando de lejos. Si hubiese sido un examen decisivo, por la manera en la que se enchufó en la cancha, Lodeiro salvaba con muy buena nota.
A lo mejor esa puede ser una sorpresa, porque además también estuvo sobre el campo en el propio Complejo Celeste, cuando Lodeiro se sumó a un trío generador de fútbol con Cavani y Ramírez.
Eso sí, a la hora de las conclusiones por las tareas desplegadas en el verde césped inglés, no hay dudas que jugarse los boletos al "Vasquito" Aguirregaray entre los once paga mucho más que cualquier otra iniciativa.
Un solo movimiento en la mañana en el Partington
Hoy la selección realizará un único movimiento y volverá a trabajar en el complejo Partington Sport Centre. Será en horas de la mañana y tras el ensayo volverán a hablar dos jugadores. Esto se repetirá mañana, cuando habrá nada más que un trabajo. El miércoles, en la previa del partido, habrá trabajo de mañana a puertas cerradas, reconocimiento de Old Trafford y conferencia del maestro Tabárez en el escenario del Manchester United. El clima en el seno del plantel es excelente, y se palpa, se nota, los celestes llegaron con toda la ilusión y contagian. Quedan tres días para el debut en los Juegos Olímpicos, tres días en donde la ansiedad le empezará a ganar a todos. O a casi todos.
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