Egidio Arévalo Ríos llegó a Montevideo y su representante, Pablo Bentancur, pretendía que se embarcara dos horas después para Italia, para realizar la revisación médica en el Palermo, equipo al que seguramente defenderá de aquí en más. Pero el que se quema con leche cuando ve la vaca llora y el volante ya pasó por una situación similar cuando viajó para arreglar su pase a México y quedó afuera de las Eliminatorias pasadas. Reapareció luego en un amistoso frente a Suiza que los celestes jugaron antes del Mundial de Sudáfrica.
Esta vez, y siendo uno de los futbolistas mayores elegidos por el maestro Tabárez, Egidio decidió no viajar y ayer arrancó a entrenar con la mente en los Juegos Olímpicos de Londres. Habló con Tabárez y le planteó la situación, el maestro entendió que necesitara defender su futuro profesional, pero le dijo que no tenía plazo para dejarlo en la selección preolímpica. De todas formas le aseguró que no le iba a pasar nada en la selección mayor. "No, yo vengo pase lo que pase. No quiero que me pase dos veces la misma cosa", le respondió Egidio. Así las cosas Tabárez se ofreció para hablar con el doctor Pan y ver si era posible hacer los estudios acá o que viniera alguna persona de Italia para hacérselos. "Además, si es una negociación de club a club, la orden de que viaje o no, se la tiene que dar su presidente y no su representante. Lo que quedó claro es que para estar en esta selección tenía que estar a disposición total. No es culpa nuestra que esta negociación no se haya concretado antes, dos días antes. Me resultó muy extraño que justo a esa hora lo llamaran para eso, cuando hubo oportunidades anteriores. Pero lo más importante es que tanto Arévalo como los demás futbolistas tienen mucha adhesión a la selección en general y a la olímpica le dan el mismo valor", dijo Tabárez.
Tras su primer día de trabajo, Arévalo dijo que cuando el maestro le habló antes del partido con Venezuela para decirle que podía ser uno de los mayores para los Juegos, se sorprendió. "No me lo imaginaba. Tenía la esperanza, pero había muchos nombres. Uno pensaba más que nada en delanteros, algún defensa o mismo el arquero, de repente no precisaban un volante, pero seguí trabajando de la misma forma y hoy soy uno de los elegidos para los Juegos, que es algo diferente y muy importante. Pero tengo bien claro que no puedo dar ventajas", afirmó Egidio, quien cuando Tabárez se lo dijo y le pidió reserva sólo se lo contó a su esposa y a sus padres.
¿Titular?:
"Fijo no está nadie, hay que entregarse en cada práctica; no hay nada asegurado".
Juegos:
"Son algo muy especial y todos tenemos la responsabilidad de traer una medalla".
Ovación
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