Tabárez habló con los jugadores, destacó el camino que recorrieron y confía en salir adelante
Hay momentos en los que las palabras tienen más efecto que cualquier entrenamiento que se pueda realizar en el campo de juego o en el gimnasio. Por esa razón, después del duro golpe que significó el empate 1-1 del sábado ante Venezuela, el técnico Óscar Washington Tabárez prefirió evocar recuerdos, momentos que marcaron a este grupo y charlas acerca de lo que quiere del equipo para recuperarlo para el partido que el domingo Uruguay jugará ante Perú por la sexta fecha de las Eliminatorias para el Mundial de 2014.
El entrenamiento que debía comenzar a la hora 15, se dilató 45 minutos, tiempo que sirvió al técnico para llegarle al espíritu del futbolista y a la memoria. “Estuvimos hablando de fútbol, de lo que nos pasó desde el punto de vista futbolístico, de la historia de esta selección, de las cosas a las que apostamos, sobre todo con los tres grandes delanteros que tenemos, que el otro día no nos dio resultado y hemos sacado enseñanzas porque esta situación se puede volver a repetir y tenemos que estar más preparados no solo conceptualmente sino a través de la semana en preparar posibles variantes que se puedan utilizar durante el partido”, explicó Tabárez después del entrenamiento.
Durante la charla con los jugadores, el técnico apuntó a aspectos anímicos, para recuperar a los futbolistas, que se los vio muy motivados cuando saltaron a la cancha y, fundamentalmente, a datos científicos.
“Compartimos información de datos científicos que van a contramarcha de muchas sensaciones que nosotros hemos tenido y que también mucha gente ha comentado, como que se cayó el equipo, que estamos cansados. Los datos que tenemos no dicen eso y nos dejó tranquilos”, agregó.
Consultado acerca de la información que compartió con los jugadores, que sirvió para recuperar la autoestima del equipo, dijo: “Se realizan análisis de intensidad del equipo nuestro y del rival cada 15 minutos del partido y estos datos científicos nos brindaron la información de que hubo un solo momento en el que Venezuela nos superó en intensidad: de los 60 a 75 minutos. Cuando nos convirtieron el gol estábamos en mejor nivel que Venezuela, pero cometimos un error grande por no estar bien parados, se fueron sucediendo los errores y lo pagamos carísimo”, explicó y, sin hacer pausas volvió a insistir sobre el mismo concepto: “Quiero decir con esto que si el equipo en esos últimos 15 minutos estaba predominando y después del gol siguió, no estaba muerto ni se está cayendo a pedazos, ni los jugadores tienen que acostarse a las 5 de la tarde para descansar mejor. Hay que tener cuidado cuando se habla. A veces las sensaciones no se corresponden con las realidades y tenemos que tener cuidado con lo que se habla o con los consejos que se dan”, reclamó el entrenador.
El plantel de Uruguay, que realizó el domingo un trabajo regenerativo a puertas cerradas y ayer volvió a trabajar de tarde al Complejo de la AUF tiene a 24 de los 25 futbolistas convocados. La única baja es la de Diego Lugano, lesionado y suspendido para el encuentro que el domingo a la hora 15.30, los celestes y Perú jugarán por la sexta fecha de las Eliminatorias.
Uruguay volverá a entrenar hoy en horario matutino, el miércoles en doble turno y el técnico cerrará las puertas para ajustar la preparación para el encuentro con los incaicos. El plantel concentrará el viernes de noche.
Con relación al partido que Uruguay jugará el domingo, Tabárez señaló: “Cuando un equipo viene a jugar tomando muchas precauciones, con el objetivo de limitarnos es cuando más debemos insistir en lo nuestro. De eso estuvimos hablando con los jugadores. Estoy convencidísimo de que tenemos potencial para superar los problemas que se puedan presentar, más allá de que apostamos a ciertas cosas y a las que vamos a seguir apostando pero hay que insistir en algunos detalles que quizá no los tuvimos en cuenta”.
Entre opiniones y aplausos
“Ya empatamos un partido y hablan de citaciones de jugadores del medio, o de repatriados”, dijo el entrenador en la conferencia de prensa acerca de la opinión de periodistas e hinchas que, como consecuencia del resultado del sábado, pedían la presencia de jugadores que actúan en los equipos del medio o de otros futbolistas que se desempeñan en el exterior.
“Es como me decía una amiga, que me escribió en una carta, para afuera es bueno que haya pasado esto (el empate ante Venezuela), para adentro sigue siendo todo igual, porque ya sabemos cómo es”, agregó el entrenador del combinado.
Tabárez transmitió otras sensaciones que vivió ayer de mañana en la zona de Carrasco, en la que vive: “Además, en la mañana nunca me tocaron tanta bocina en la calle como hoy (ayer). Todavía hay confianza y no se perdió la memoria. Eso nos sirve de mucho”, dijo.
Uruguay va a extrañar al capitán
El 6 de julio de 2010 fue la última vez que el capitán de la selección nacional, Diego Lugano, faltó a un partido de la celeste. La ausencia se produjo por lesión, nada menos que en la semifinal del Mundial de Sudáfrica ante Holanda, en la que Uruguay perdió 3-2 y se quedó sin chance de pelear por el título. Desde entonces pasaron 24 partidos, 23 meses y el futbolista de PSG estuvo en todos los encuentros del combinado, que incluyeron el título invicto en la Copa América de Argentina y la histórica racha invicta que el sábado ante Venezuela llegó a 16 partidos.
El próximo domingo, 10 de junio, Lugano se perderá el partido de la sexta fecha de las Eliminatorias frente a Perú por la segunda tarjeta amarilla que recibió el sábado ante Venezuela.
En caso de no estar suspendido, la lesión que sufrió en la rodilla en el mismo partido, que lo obligó a abandonar la cancha, lo pondría en duda porque ayer no pudo entrenar como consecuencia de la molestia. Llegó a la cancha en la que entrenaban los otros 24 futbolistas cuando ya habían avanzado 30 minutos y se sentó en el banco de suplentes junto al técnico Tabárez.
Aunque el rendimiento de Lugano estuvo muchas veces en discusión, y fue tema de debate entre aficionados y especialistas, que defendían distintas posturas acerca de la presencia o no del futbolista en el equipo titular de Uruguay, su ausencia obligada genera un vacío que será muy difícil de llenar.
“Diego es un referente. Habla mucho en la cancha y para nosotros, que estamos de espalda, es muy importante, porque nos guía, nos orienta”, dijo el volante Egidio Arévalo Ríos acerca de la influencia del capitán en el funcionamiento del equipo y en el respaldo que significa para los demás integrantes del equipo titular.
“Esperemos que el que ingrese por él hable igual, que se suelte”, explicó el futbolista inamovible en la formación titular de Tabárez en el combinado.
Por su parte, Diego Godín, compañero de zaga de Lugano, dijo que el tema no es menor. “Cambia mucho si no juega Diego porque él es el capitán, y no solo por eso, sino por lo que transmite, por lo que contagia y por lo que incide en propios y extraños. Es un jugador muyimportante. Pero alguien hará lo mejor posible en su lugar”, explicó el futbolista de Atlético de Madrid a El Observador.
Los lectores quieren a Coates
En una encuesta que realizó El Observador, el preferido fue Sebastián Coates que recibió el 50% de los sufragios, luego le siguieron: Mauricio Victorino 23%, Martín Cáceres 17% y Andrés Scotti 10%.
Por la forma en la que procedió el técnico de la selección en los últimos años, si no cambia de sistema táctico para enfrentar a Perú, el zaguero que ingresará por el capitán será Sebastián Coates.
Ya sucedió en el Mundial: cuando Lugano tuvo que abandonar la cancha obligado o fue baja Godín por estar en sanidad, la primera opción que tomó fue Victorino y siempre, sin excepciones, jugó el futbolistas de Cruzeiro.
Ahora, cuando la primera opción que tiene para la zaga es Coates, todo apunta a que el domingo el reemplazante de Lugano será el ex futbolista de Nacional, que actualmente juega en Liverpool inglés.
De cara al importante partido ante Perú y como consecuencia de la baja obligada se podrá valorar el aporte de Lugano al combinado, después de haber estado en duda su titularidad.
El entrenamiento que debía comenzar a la hora 15, se dilató 45 minutos, tiempo que sirvió al técnico para llegarle al espíritu del futbolista y a la memoria. “Estuvimos hablando de fútbol, de lo que nos pasó desde el punto de vista futbolístico, de la historia de esta selección, de las cosas a las que apostamos, sobre todo con los tres grandes delanteros que tenemos, que el otro día no nos dio resultado y hemos sacado enseñanzas porque esta situación se puede volver a repetir y tenemos que estar más preparados no solo conceptualmente sino a través de la semana en preparar posibles variantes que se puedan utilizar durante el partido”, explicó Tabárez después del entrenamiento.
Durante la charla con los jugadores, el técnico apuntó a aspectos anímicos, para recuperar a los futbolistas, que se los vio muy motivados cuando saltaron a la cancha y, fundamentalmente, a datos científicos.
“Compartimos información de datos científicos que van a contramarcha de muchas sensaciones que nosotros hemos tenido y que también mucha gente ha comentado, como que se cayó el equipo, que estamos cansados. Los datos que tenemos no dicen eso y nos dejó tranquilos”, agregó.
Consultado acerca de la información que compartió con los jugadores, que sirvió para recuperar la autoestima del equipo, dijo: “Se realizan análisis de intensidad del equipo nuestro y del rival cada 15 minutos del partido y estos datos científicos nos brindaron la información de que hubo un solo momento en el que Venezuela nos superó en intensidad: de los 60 a 75 minutos. Cuando nos convirtieron el gol estábamos en mejor nivel que Venezuela, pero cometimos un error grande por no estar bien parados, se fueron sucediendo los errores y lo pagamos carísimo”, explicó y, sin hacer pausas volvió a insistir sobre el mismo concepto: “Quiero decir con esto que si el equipo en esos últimos 15 minutos estaba predominando y después del gol siguió, no estaba muerto ni se está cayendo a pedazos, ni los jugadores tienen que acostarse a las 5 de la tarde para descansar mejor. Hay que tener cuidado cuando se habla. A veces las sensaciones no se corresponden con las realidades y tenemos que tener cuidado con lo que se habla o con los consejos que se dan”, reclamó el entrenador.
El plantel de Uruguay, que realizó el domingo un trabajo regenerativo a puertas cerradas y ayer volvió a trabajar de tarde al Complejo de la AUF tiene a 24 de los 25 futbolistas convocados. La única baja es la de Diego Lugano, lesionado y suspendido para el encuentro que el domingo a la hora 15.30, los celestes y Perú jugarán por la sexta fecha de las Eliminatorias.
Uruguay volverá a entrenar hoy en horario matutino, el miércoles en doble turno y el técnico cerrará las puertas para ajustar la preparación para el encuentro con los incaicos. El plantel concentrará el viernes de noche.
Con relación al partido que Uruguay jugará el domingo, Tabárez señaló: “Cuando un equipo viene a jugar tomando muchas precauciones, con el objetivo de limitarnos es cuando más debemos insistir en lo nuestro. De eso estuvimos hablando con los jugadores. Estoy convencidísimo de que tenemos potencial para superar los problemas que se puedan presentar, más allá de que apostamos a ciertas cosas y a las que vamos a seguir apostando pero hay que insistir en algunos detalles que quizá no los tuvimos en cuenta”.
Entre opiniones y aplausos
“Ya empatamos un partido y hablan de citaciones de jugadores del medio, o de repatriados”, dijo el entrenador en la conferencia de prensa acerca de la opinión de periodistas e hinchas que, como consecuencia del resultado del sábado, pedían la presencia de jugadores que actúan en los equipos del medio o de otros futbolistas que se desempeñan en el exterior.
“Es como me decía una amiga, que me escribió en una carta, para afuera es bueno que haya pasado esto (el empate ante Venezuela), para adentro sigue siendo todo igual, porque ya sabemos cómo es”, agregó el entrenador del combinado.
Tabárez transmitió otras sensaciones que vivió ayer de mañana en la zona de Carrasco, en la que vive: “Además, en la mañana nunca me tocaron tanta bocina en la calle como hoy (ayer). Todavía hay confianza y no se perdió la memoria. Eso nos sirve de mucho”, dijo.
Uruguay va a extrañar al capitán
El 6 de julio de 2010 fue la última vez que el capitán de la selección nacional, Diego Lugano, faltó a un partido de la celeste. La ausencia se produjo por lesión, nada menos que en la semifinal del Mundial de Sudáfrica ante Holanda, en la que Uruguay perdió 3-2 y se quedó sin chance de pelear por el título. Desde entonces pasaron 24 partidos, 23 meses y el futbolista de PSG estuvo en todos los encuentros del combinado, que incluyeron el título invicto en la Copa América de Argentina y la histórica racha invicta que el sábado ante Venezuela llegó a 16 partidos.
El próximo domingo, 10 de junio, Lugano se perderá el partido de la sexta fecha de las Eliminatorias frente a Perú por la segunda tarjeta amarilla que recibió el sábado ante Venezuela.
En caso de no estar suspendido, la lesión que sufrió en la rodilla en el mismo partido, que lo obligó a abandonar la cancha, lo pondría en duda porque ayer no pudo entrenar como consecuencia de la molestia. Llegó a la cancha en la que entrenaban los otros 24 futbolistas cuando ya habían avanzado 30 minutos y se sentó en el banco de suplentes junto al técnico Tabárez.
Aunque el rendimiento de Lugano estuvo muchas veces en discusión, y fue tema de debate entre aficionados y especialistas, que defendían distintas posturas acerca de la presencia o no del futbolista en el equipo titular de Uruguay, su ausencia obligada genera un vacío que será muy difícil de llenar.
“Diego es un referente. Habla mucho en la cancha y para nosotros, que estamos de espalda, es muy importante, porque nos guía, nos orienta”, dijo el volante Egidio Arévalo Ríos acerca de la influencia del capitán en el funcionamiento del equipo y en el respaldo que significa para los demás integrantes del equipo titular.
“Esperemos que el que ingrese por él hable igual, que se suelte”, explicó el futbolista inamovible en la formación titular de Tabárez en el combinado.
Por su parte, Diego Godín, compañero de zaga de Lugano, dijo que el tema no es menor. “Cambia mucho si no juega Diego porque él es el capitán, y no solo por eso, sino por lo que transmite, por lo que contagia y por lo que incide en propios y extraños. Es un jugador muyimportante. Pero alguien hará lo mejor posible en su lugar”, explicó el futbolista de Atlético de Madrid a El Observador.
Los lectores quieren a Coates
En una encuesta que realizó El Observador, el preferido fue Sebastián Coates que recibió el 50% de los sufragios, luego le siguieron: Mauricio Victorino 23%, Martín Cáceres 17% y Andrés Scotti 10%.
Por la forma en la que procedió el técnico de la selección en los últimos años, si no cambia de sistema táctico para enfrentar a Perú, el zaguero que ingresará por el capitán será Sebastián Coates.
Ya sucedió en el Mundial: cuando Lugano tuvo que abandonar la cancha obligado o fue baja Godín por estar en sanidad, la primera opción que tomó fue Victorino y siempre, sin excepciones, jugó el futbolistas de Cruzeiro.
Ahora, cuando la primera opción que tiene para la zaga es Coates, todo apunta a que el domingo el reemplazante de Lugano será el ex futbolista de Nacional, que actualmente juega en Liverpool inglés.
De cara al importante partido ante Perú y como consecuencia de la baja obligada se podrá valorar el aporte de Lugano al combinado, después de haber estado en duda su titularidad.
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