martes, 31 de enero de 2012

Docentes y entrenadores hablan sobre Diego Lugano: Protagonistas en la formación de nuestro capitán celeste


Hoy el fútbol vive un gran momento, el país lo disfruta por los logros. Pero los canarios también tienen  ese orgullo de decir que Diego Lugano pertenece a Canelones. Más orgullo sienten aún quienes han dejado su cuota o granito de arena,  en la formación deportiva e intelectual del líder de la “celeste”. HOY CANELONES dialogó con maestras y entrenadores que han sido parte de la vida de “La Tota” Lugano.

“cuando lleguen a ser importantes en el fútbol, acuérdense de dedicarme un gol…” un pedido pendiente de la Maestra Marina Rodríguez de primer año

El Colegio María Auxiliadora de la ciudad de Canelones fue donde Diego cursó  Educación Primaria. Al lugar concurrimos para preguntar por alguna de sus maestras que continúan trabajando en este centro de estudios. 
Marina Rodríguez  fue la Maestra en 1er. año. Recuerda que fue un excelente alumno,  “se destacaba en matemáticas y en el patio jugando al fútbol”. En la clase demostraba ser buen compañero, solidario, querido por el grupo que aún se  mantienen contactados y relacionados entre algunos ex compañeros."
La Maestra de 1er. año en su momento, les hizo un pedido a sus alumnos entre los cuales estaba Diego, “cuando lleguen a ser importantes en el fútbol, acuérdense de dedicarme un gol y digan –este gol es por mi Maestra de primero”.  Sonriendo y más que orgullosa, por más que  todavía la mención especial no fue dedicada, la esperanza está latente porque “todavía sigue jugando y a lo mejor me cumple ese pedido”. Como haciéndolo parte de su trayectoria como docente expresó  lo que siente al ver tan posicionado a Diego, “mi alumno, donde se encuentra hoy  y hasta donde ha llegado, es el capitán de la selección”, dijo Marina.

Seleccionado como  uno de los mejores atletas  desde pequeño
Griselda,  la Profesora de Educación Física del Colegio María Auxiliadora, también compartió un diálogo para saber más de Diego.  No desentonó, al igual que sus colegas diciendo que “fue un muy buen alumno”.  Rememoró que “la Tota” Lugano se destacaba en la actividad física en el Colegio en competiciones atléticas.  “Lo que recuerdo de el cuando pequeño, es que era flaquito, bien delgadito, una cosita tan diminuta…las canillitas era finitas y lo ves ahora todo un hombre tan grandote y grueso”.  En la actividad deportiva desde pequeño Diego era de los alumnos más destacados, por su velocidad y su destreza. Además tuvo la suerte también de haber convivido en esa época con un grupo de niños que “todos eran buenos deportistas”.

"Habla con su mirada…"
Griselda  contó que el capitán en los festivales del Colegio, si bien no era su fuerte, también le gustaba bailar, se entreveraba. Lugano era “un chico normal, muy tranquilo” y dentro de sus cualidades físicas que hoy también lo acompañan y sobresale, es su mirada. Para Griselda Diego tiene esa virtud que da la sensación de que “el te habla con los ojos,  Hasta el día hoy la mirada de Diego es una de las características que no ha perdido”.

Aprovechó la oportunidad

La Profesora considera que Diego tenía desde pequeño el perfil de líder, pero lo que más resaltó es que Lugano contó con  esa posibilidad de haber tenido una continuidad deportiva, que muchos no la tienen “para poder llegar y muchos van quedando por el camino”. La falta de motivación o de alguien que “te empuje”, está ausente para muchos chicos. La docente visualizó además cuestionando, “cuántos Diego Lugano hay hoy acá, en el interior, tantos chiquilines que también merecerían tener esa oportunidad”.  Por último opinó, “es cuestión de momentos, pienso que a Diego se le dio y la pudo continuar”. 

“…no tenemos cosas malas para comentar…si alguna picardía como todo niño de su edad…”, según la Maestra Susana Quilici de 4º año
Susana Quilici fue la Maestra de Diego en 4º año de Primaria, comentó que el alumno demostraba el gusto por “el estudio y el fútbol”.  “Era bueno, estudioso, no tenemos cosas malas para comentar…si alguna picardía como todo niño de su edad, pero no se destacaba por las malas picardías, solamente era un muy buen compañero”.  En 4to. año  tenía dotes de responsable y le iba muy bien en matemáticas.  Para Susana, el reflejo de lo que es ahora Diego,  fue también cuando pequeño. “Desde el año pasado que vino de Sudáfrica, que estuvo en el Colegio con nosotros para saludarnos”, comentó sobre el último contacto que tuvieron con Lugano.  Susana al cerrar el dialogo con nosotros y al responder  sobre como vive hoy esta realidad de haber sido parte de la formación intelectual de  aquel niño, con lagrimas en sus ojos dijo, “la verdad que me emociono, pensar que uno lo tuvo aquí, y haber colaborado con un granito de arena para la formación y ver hoy a esa persona como es ahora te da mucho orgullo”. La Maestra también recordó que fue docente de Karina la esposa de Diego, pareja por la que presenta un cariño especial,  “los quiero mucho”, expresó. 

Desde chatitas a baby en Tres Esquinas…
Desde pequeño jugó al fútbol en el Club Tres Esquinas de Baby  de la capital departamental. Intentamos dialogar con su orientador técnico Fredy Maidana, quién estuvo más tiempo dirigiéndolo cuando niño a Diego, pero no fue posible.
Diego Lugano fue uno de esos jugadores que cuando pequeño, el entrenador de la categoría siguiente a la que le correspondía  jugar  por su edad, lo pedía para integrarlo al plantel. Esto lo hizo  Walter Zunino ex entrenador de categoría cebollas, quién  nos contó que en el  año  1991 cuando dirigía en Tres Esquinas,  “se lo pedía prestado a Fredy Maidana, para ascenderlo al plantel nuestro  como suplente”.  Walter siempre dirigió la generación siguiente a la de Diego, pero también siguió muy de cerca la trayectoria del actual caudillo de la Selección celeste. Recuerda que fue uno de los campeones en el 91 con su categoría, “Diego participó en alguno de los partidos y puso su granito de arena”.  “La "Totita" era flaquito,  una ardilla, rápido, e inquieto. Se colgaba de los pantalones de uno, preguntándome si quedaba de suplente o no”. Zunino puntualizó que Lugano “tenía condiciones pero no como defensa”,  en aquel entonces cuando su físico para su edad  no sobresalía tanto.  Pero no siempre tuvo el “ok” de todos los técnicos seleccionadores. En 1991 Zunino junto con Ismael Olivera dirigieron la Selección de la generación 81, a la que por motivos de contextura física Lugano no fue integrado.  “Era muy chiquito, estuvimos  tentados con Olivera para convocarlo, pero no le veíamos físico porque tenía que ir a pelear con percherones”, narró. Mirando el presente y echando un vistazo al pasado, Walter tomó como haberse privado de  “demasiado lujo, la verdad que nos tendrían que haber colgado a nosotros”, por no haber citado a la Totita en aquel momento. Las lágrimas también cayeron de los ojos de Walter al pedirle sensaciones del momento que vive Lugano.       

En su  Libertad  con Moreira como referente técnico…
Desde  1994  “La Totita” Lugano luego de haber dejado el baby fútbol  (Club  Atlético Tres Esquinas) pasó  al Club Atlético Libertad, una institución por la que el capitán celeste tiene un profundo afecto y  fue su casa  previo al éxodo hacia el  profesionalismo.
El Técnico Alberto Moreira, fue el entrenador con el que Diego comenzó desde Sub. 15 hasta Primera División en el equipo de “La Estación”.  En el  año 1994 y 1995 integró los planteles de Sub. 15, más tarde en el 1996 y 1997 en Sub. 17. En 1998 ya había debutado en Primera División, año en el que Libertad obtuvo un título. Un año más tarde emigró al Club Nacional de Fútbol, previo pasaje también por la Selección de Canelones. Moreira recuerda que “lo conocía de verlo jugar e ir a la cancha cuando estaba en Tres Esquinas”. El entrenador subrayó que “desde pequeño Diego siempre tuvo ese temperamento que tiene ahora. Hoy  es un jugador con mucha más técnica y formado”. Dijo que era de los temperamentales que “jugaba en la mitad de la cancha desde baby y lo adapté para la posición de defensa prácticamente cuando lo subí a Primera División en el año 98”. En la interna del grupo, Diego era muy compañero y amable. Pero desde muy joven según Moreira, tenía esa condición de líder.  “Recuerdo que cuando traía algún muchacho para el equipo de afuera, de lado del Santa Rosa o de otros lugares como han venido comúnmente a Libertad, él era el más sociable con todos con quien entraban en relación primero, la verdad que era un gurí bárbaro, de eso no cabe ninguna duda”, afirmó.

“…no lo pude sacar más, él se encargó de que no lo sacara…”.
“Siempre fue de entrenar al máximo, al punto de la exigencia  y nunca le disparó a las prácticas”, mencionó sobre la actitud y la voluntad que le ponía al fútbol.  Moreira notaba en Lugano un jugador que sobresalía. La decisión de colocarlo en Primera División fue por causas de lesión de futbolistas que venían siendo titulares. “Lo llevo a Primera División para colocarlo de  volante, porque todavía no había podido arreglar la situación de “el Pato” Tesitore.  Pero se me lesionó Gustavo Butti  y lo pongo a Diego a jugar de zaguero junto a Oscar Lapasta y desde ahí  la verdad que no lo pude sacar más…él se encargó de que no lo sacaran.”

Emoción
“Uno se emociona, recuerda aquellos tiempos…para mi sigue siendo el mismo, impresionante, un muchacho que no cambió absolutamente nada. Al contario, cada vez es más líder. Y cuando levantó esa Copa, uno también a la distancia se emociona como si fuera un hijo propio”, expresó Moreira.

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