Camino empinado

Estaba claro que Diego Forlán necesitaba un cambio de aire, porque su relación con Atlético de Madrid se había deteriorado. Por esa razón, cuando Inter de Italia le tiró el salvavidas, con todo lo que implica para un futbolista jugar en el equipo de Milán –que incluía pelear por el Scudetto y disputar la Liga de Campeones– se mudó a Italia. No obstante, su estadía no resultó todo lo feliz que esperaba, porque apenas pudo completar un partido, marcó un gol y sobre 22 encuentros que jugó el elenco negriazul estuvo presente en nueve. Además, en los cinco meses que lleva en Italia padeció tres lesiones de diferente tenor.

Lejos de la desesperación por las circunstancias que vive, asume con naturalidad lo que sucede. En una entrevista publicada el sábado en El Observador, Forlán comentó sobre el tema: “Son cosas que pasan, que se dieron y hay que saber convivir con diferentes tipos de lesiones. Cuando analizás el año, tampoco por más que haya sido bueno, regular o malo, tenés que verlo como el año que te tocó vivir y punto”, dijo a El Observador. Y luego se refirió a las lesiones. “En realidad fueron una muscular y una distensión, y la segunda no se puede comparar con la primera. Lo que sucede es que la gente hace tiempo que no te ve jugar, pasaron los meses y, entre una y otra cosa, no tuve la continuidad que quería y parece como si viniera de una lesión tras otra, pero no es así”.

El camino de Forlán en Italia no resultó hasta ahora el que soñaba, pero está a tiempo de volar alto.

Las lesiones

11/10/11
Desgarro.
En Asunción, por las Eliminatorias, Forlán sufrió un desgarro de tercer grado de la pierna izquierda.

04/01/11
Esguince.
En un entrenamiento previo a un partido por la liga italiana el delantero uruguayo padeció un esguince de tobillo izquierdo.

18/01/11
Muscular.
La última lesión se produjo en su club, Inter, donde padeció un estiramiento recto femoral.