jueves, 26 de enero de 2012

Patadón, don, don

Después de la resonante victoria de Napoli frente a Inter, Walter Gargano habló de la tremenda patada que recibió de Wesley Sneijder, opinando que "fue una jugada cargada de mala leche". Imagen. Dijo que Edinson Cavani, autor de los dos goles, "es el más ídolo de todos los que estamos acá".
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Edinson Cavani fue el héroe, se llevó los aplausos y no era para menos. El salteño marcó los dos goles en la victoria 2-0 frente a Inter: el primero ejecutando un penal que le cometieron a él, y el segundo con una notable definición después de desparramar a un defensor y al arquero. El Edi volvió a ser el más aclamado, pero la figura fue otro uruguayo. Walter Gargano, con menos brillo pero no menos entrega, terminó siendo fundamental en la clasificación celeste a las semifinales de la Copa Italia.
El Mota no sólo fue sostén del mediocampo, sino que además protagonizó la jugada más violenta del partido, pero no como victimario. Al disputar un balón dividido con Wesley Sneijder, un exquisito del fútbol, el volante holandés le dejó la suela entre una de las rodillas y la canillera. Criminal infracción que terminó en una liviana amonestación difícil de explicar. En cualquier parte del mundo, merecía la expulsión, y tal vez más de un partido de suspensión por la dureza.
Consultado al respecto, el mediocampista sanducero dijo a Sport 890 que se trató de "una jugada rápida pero cargada de mala leche de su parte. No sé si decirle cagón, pero fue una jugada fea porque me podía romper. Me quedé con bronca y rabio, y no sé cómo hice para controlarme en ese momento. La sigo viendo en imágenes que me han mandado y me calienta, pero me frené en el momento porque podía haber metido un par de manotazos y si me echan pierdo yo. Por suerte no fue nada grave".
Gargano dijo que "por suerte hoy puedo contarlo tranquilamente" y percibió que tras esa situación de juego, el mediocampista de la selección orange empezó a desprenderse cada vez más rápido del balón, como temiendo una revancha. "Entendió que se equivocó en lo que hizo y se abrió. Cada pelota que tocaba, la jugaba rápido, aunque igual en una cortita le pude meter un manotazo", reconoció.
El golpe "fue más arriba de la canillera. Fue bastante mala leche, porque si la pelota iba más arriba la podía entender, pero la pelota estaba en el piso. No sé por qué saltó a pegarme ni qué se le pasó por la cabeza en ese momento. Si reaccionaba, el que perdía era yo. La gente me lo iba a reconocer, pero perdía, y esas cosas te hacen madurar como jugador y como hombre".
"Ni bien terminó el primer tiempo hubo más discusiones, pero no quería que pasara nada. Si pensaba era para pegarle, porque una reacción normal era irse a las manos. Pero es una decisión del juez y hay que respetarla, porque sino pierde uno y el equipo", dijo el hombre que se encarga de la pelota quieta en Napoli: "últimamente estoy entrenando bastante y el cuerpo técnico y mis compañeros me dieron la confianza. Hoy en día el que patea los tiros libres soy yo".
Respecto al equipo, y al nivel que viene mostrando, admitió que no es el mismo de hace una temporada, más allá de que "les ganamos a los más grandes, como al Manchester City y en un gran nivel. Hoy en día ese nivel no se nota. Hemos crecido como jugadores pero nos falta ese crecimiento para tener la pelota, girarla. son cosas que nos cuestan, aunque cada día vamos creciendo y trabajando esos detalles".
Dentro del equipo, el que no afloja ni baja el nivel es Cavani, quien tuvo su revancha con los dos goles del miércoles luego de haber desaprovechado un penal el último fin de semana. Para Gargano, si bien el salteño "está lejos de Maradona, porque acá la idolatría que tienen por Maradona es inigualable", cree que "con sus goles, sus características y su entrega se ganó la confianza de la gente. Hoy Edi es el más ídolo de todos los que estamos acá. Para uno, es un placer que le esté pasando eso".

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