El maestro fue elegido por segundo año consecutivo como mejor técnico de América por la encuesta "América y Europa la responden a El País". Algo que sólo lograron Bilardo y Bianchi. Que Tabárez fuera electo tras haber ganado la Copa América con la selección era previsible. Pero no que lo hiciera con 27 votos de diferencia sobre el segundo, Jorge Sampaoli. En diálogo con Ovación el técnico reconoció que la realidad ha superado largamente sus sueños e ilusiones del comienzo.
-¿Qué significa volver a ganar la encuesta?
-No puedo negar que uno piensa, se va hacia atrás, al inicio de esta actividad como entrenador y la realidad sorprende gratamente. Supera las ilusiones y los sueños que uno pudiera tener. Supera largamente lo que yo pensaba cuando decidí hacer el curso de entrenador. También soy consciente que cuando un equipo consigue cosas se asocia rápidamente a la figura del entrenador, pero yo pienso que hay un montón de resortes y tramas que involucran a un montón de personas que también están muy contentas con la nominación. Los futbolistas, el resto del cuerpo técnico y toda la gente que está en el entorno de la selección.
-Esas personas, ¿lo llamaron para felicitarlo?
-Sí, mis compañeros del cuerpo técnico y de la sanidad. Es algo que involucra a todo el cuerpo técnico. No depende exclusivamente de uno, pero uno lo agradece, no sólo a los organizadores, sino a los muchos periodistas de diferentes países que me han dado la mayoría de los votos. Y hasta ahí. Cierta alegría, mucho reconocimiento, pero también pensar que esto continúa. Hay mucho por hacer. Y eso es lo que nos permite pasar los momentos posteriores a alguna conquista, que por lo general son muy complicados. Pero nosotros tenemos el concepto de que esto es un camino y que en cada etapa hay metas por cumplir. Ahora estamos disputando una nueva Eliminatoria y queremos que la meta sea estar en el Mundial. Y eso hace que apostemos a las mismas cosas que antes y que tratemos de estar muy atentos ante cualquier cosa que veamos distinta o no conveniente. Al mismo tiempo, nos sentimos fuertes en nuestra manera de funcionar.
-¿Cómo se logra que el grupo mantenga la humildad y siga apostando a lo mismo después de haber obtenido cosas tan importantes?
-Es difícil. Hubo otro reconocimiento de la revista "France Football" que se refiere a eso. Entre los argumento para haber elegido a Uruguay como la mejor selección de América, se refirieron al hecho de haber superado los momentos posteriores al Mundial de Sudáfrica, que podían haber determinado una cierta caída en la búsqueda del objetivo. Y ya lo hemos hecho por dos veces. Terminó la Copa América, empezó la Eliminatoria y la actitud ha sido la misma. Las ganas de seguir buscando cosas también y la manera de funcionar el grupo internamente, también.
-Pero no debe ser fácil... -Obvio que es difícil, pero no nos tenemos que quedar en pensar hasta cuanto va a durar esto sino en seguir buscando objetivos. A mí, después de Sudáfrica o de la Copa América no me quedó esa sensación de vacío que me había ocurrido después de haber conseguido algún otro título anterior. Una sensación de "y ahora qué". Esta vez había un camino que seguía. Y eso hace que uno se sienta más contento por eso que por los logros conseguidos. Si no lo hubiéramos obtenido igual debíamos seguir el camino de búsqueda de objetivos y sin haber conquistado algo, hubiera sido más complicado. Creo que atenuamos esa relajación que es bastante común tras conseguir algo, hablando mucho. Y preparándonos para lo que viene. Queremos seguir conquistando cosas.
-Volvamos a la encuesta, ¿esperaba ganar otra vez? -No..pero era una posibilidad porque conseguir un título continental es muy importante. Sobre todo después de haber despejado las dudas en Sudáfrica. Creo que eso influyó en la gente que votó. El equipo ha demostrado, del Mundial para adelante, que es competitivo y que da la cara en cualquier partido y ante cualquier rival. Ningún rival es imposible para nosotros. Por eso tratamos de enfrentar a equipos de elite en el ranking de la FIFA. Se ha hecho y hemos perdido, empatado y ganado, pero imponiendo por momentos, ciertas cosas a los rivales. Y considerando nuestra realidad ante otras mucho más estables, organizadas, poderosas, llama la atención. Por eso muchas miradas han vuelto a dirigirse hacia Uruguay. Y quizás por eso hayan optado por la selección de Uruguay a la hora de dar el voto.
-Le sacó 27 votos de ventaja al segundo, Jorge Sampaoli.
-El equipo de Sampaoli mostró un nivel de juego que sorprendió muchísimo por su dinámica, por la juventud de sus hombres, por su convicción y por los números. Podía haber sido él. Y el tercero fue Muriciy Ramalho, campeón de América con Santos y con muchísimos antecedentes en al fútbol internacional clubista. No es la primera vez que gana una Libertadores. Es un motivo de satisfacción porque no es que no haya aparecido nadie. Hubo muy buenas expresiones futbolisticas y reconforta que se haya priorizado a la selección de Uruguay y la competición de selecciones.
-¿Sigue sintiendo el cariño y el agradecimiento de la gente?
-Sí, muchísimo. En esta oportunidad, por determinadas circunstancias no he tenido mucho tiempo de salir. Pero estas fiestas traen ciertos compromisos, sobre todo con los nietos. Esta vez no recuerdo nada en especial, pero sigue, tanto en la calle como en los comercios. El pedido constante de sacarse fotografías o de conseguir un autógrafo. O bajarme del auto y caminar unos metros y enseguida escuchar que me tocan bocina y asoman la cabeza. A veces son obreros que están trabajando, o gente joven que va en sus vehículos. "¡Grande maestro!", es lo que más me dicen. Son cosas sorprendentes. Me había pasado algo similar, pero en menor dimensión, cuando salí campeón con Boca. Y a mí me parecía que iba a ser lo máximo y que era por los hinchas de Boca.
-Pero en su país debe ser diferente, ¿verdad?
-Sí...y ahora he visto que hay una exteriorización de los que piensan y sienten las personas que antes no se daba.
-Ustedes, me refiero a la selección, tuvieron mucho que ver con eso.
-Es una cosa para sociólogos, pero creo que hubo un click. Sobre todo con los adolescentes y los hombres y mujeres jóvenes. En la época mía estábamos mucho más programados y aleccionados sobre lo que teníamos que hacer, como teníamos que actuar ante los mayores en determinadas circunstancias. Ahora hay mucha más autenticidad y transparencia.
-¿Y no es mejor?
-Sí. Ni que hablar. Lo veo en los jugadores juveniles que llegan al complejo, Desde el tuteo, con mucho respeto, pero tuteo al fin. En mi época cuidadito con tutear a una persona mayor o hablar cuando lo estaban haciendo los mayores. Hoy todo es mucho más abierto y espontáneo.
Selección.
"El equipo ha demostrado del Mundial para adelante que es competitivo y da la cara en cualquier partido y ante cualquier rival. Ningún rival es imposible para nosotros".Cariño.
"Es bajarme del auto y caminar unos metros y enseguida escuchar que me tocan bocina y asoman la cabeza. `Grande maestro`, es lo que más me dicen. Son cosas sorprendentes".
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