En la noche del miércoles, el uruguayo, que volvió a aparecer en el once inicial de Botafogo después de no hacerlo durante dos partidos, acusando dolencias físicas, falló el cuarto penal de los últimos cinco rematados, dato sorprendente. Pero antes, había marcado un gol importante y por eso se fue a dormir con un poco de calma.
El humilde Treze-PB comenzó ganando, lo que continuaba escribiendo un capítulo oscuro en la historia albinegra, con cambios de entrenadores y malos resultados (incluida la eliminación de la Taça Guanabara). El Loco, nuevamente capitán, peinó de cabeza y determinó la igualdad.
Luego, tuvo varias posibilidades de convertir el uruguayo, malográndolas todas. Luego, el oponente quedó con 10 hombres por la expulsión de Carlos Alberto, quien vio por segunda vez en la noche la tarjeta amarilla.
El tiempo reglamentario se consumió y llegó la definitoria tanda de penales, y allí Botafogo se impuso por 3-2. Esa marca se estableció después de los primeros tres remates. Falló Renato luego para el local, Anderson para el visitante, y llegó el turno de Abreu, que disparó al medio, y el portero Beto tapó con el pie.
La noche no terminaba en eso: el último disparo de Treze, que podía poner el empate, lo hizo Leo Rocha. El futbolista quiso emular al Loco, la picó y se la entregó a las manos del arquero, que después de festejar la clasificación, lo miró y le dijo "Aquí no", avisando que en cancha de Botafogo, sólo hay uno que pica el penal.
Montevideo Portal
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