La soledad de Forlán
Diego Forlán podría perder la titularidad el próximo domingo en el Inter, casualmente luego que según la Gazetta se negara a darle la mano al técnico Ranieri tras ser sustituido. El delantero, silbado por el público interista, es rehén de un momento imposible para el equipo de Milán y de una posición en la que no tiene prácticamente chances de gol.
Los últimos momentos de Diego Forlán en el Atlético de Madrid fueron difíciles, con falta de continuidad, rendimientos desparejos y problemas con el técnico Quique Sánchez Flores. Sin embargo, su rendimiento con la selección seguía siendo muy bueno, permaneciendo como encargado casi exclusivo de distribuir el fútbol aunque con menos gol que de costumbre.
Su partida al Inter de Milan prometió clausurar el mal momento y marcar un renacimiento del jugador a nivel de su actuación en Europa. Sin embargo, las lesiones repetidas, el pésimo juego del equipo, el momento delicado del club y su falta de participación en el juego colectivo prolongaron el problema.
Forlán convirtió sólo dos goles en 14 partidos disputados en el Inter de Milan, pero además tuvo muy poca participación en el juego y paciencia casi nula del público, que lo ha silbado reiteradamente.
Después de varios partidos como titular y alguna esporádica�buena actuación (sobre todo ante Catania, donde hizo un gol y una asistencia), es probable que Forlán vuelva al banco de suplentes en el partido del domingo ante Atalanta.
En el partido que marcó la eliminación del Inter de la Champions, a manos de�Marsella, a Forlán prácticamente no le llegó la pelota. A los 13 minutos del segundo tiempo, fue sustituido junto a Sneijder por el técnico Ranieri ante el silbido generalizado del estadio. Según La Gazzetta, el jugador se fue molesto ante un público que esperaba más de él y Sneijder. Publica una foto en la que aparentemente el delantero se niega a darle la mano al técnico y se pregunta: "¿Será así? Si es así, ¿será por la decepción o por la rabia de la enésima sustitución?"
Aunque no aclara si ese el motivo que puede costarle la titularidad al delantero (algo aún no definido), lo cierto es que el jugador no está pasando por un buen momento en el club italiano, y la responsabilidad no es enteramente suya. La soledad del jugador dentro de la cancha es un síntoma de un equipo incompetente y un técnico que no logra aprovechar ninguna de las características de sus futbolistas.
Ranieri hace jugar a Forlán recostado por la izquierda y mucho más atrasado que en su posición en el Atlético de Madrid, casi como un carrilero. A las dificultades notorias de generación de fútbol del Inter, sin ideas ni circuito entre sus futbolistas, se suma el hecho de que el delantero celeste no tiene ni siquiera posibilidades claras de llegar al gol.
Circunscrito a la banda izquierda, las escasas chances de gol que ha tenido fueron generadas por él mismo en tiros de media distancia. La prueba es el gol que convierte ante el Catania, donde la toma en tres cuartos de cancha, llega al vértice del área eludiendo a un rival y remata desde afuera. Minutos después, otra diagonal suya similar permitió el gol de Milito que marcó el empate.
La soledad de Forlán en el Inter es el síntoma de la desconexión de un equipo, eliminado sin respuesta de la Champions y relegado a la mediocridad de media tabla en la liga luego de cinco años brillantes. Es una estrella sin utilidad en un equipo en el que nada ni nadie está funcionando.
El uruguayo, más allá de haber bajado su nivel, está resignado a no tener una sola situación clara de gol como las que gozan otros delanteros. Ni un pase en profundidad, ni un mano a mano con el arquero o un buscapié en el centro del área. Limitado a la banda izquierda, espera que pase la crisis del equipo y mientras tanto espera que sus zapatazos de afuera le devuelvan el crédito con el público interista.
Fuente: Montevideo Portal
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