Liverpool perdió su tercer partido consecutivo en la Premier League ante Sunderland, que se impuso por 1-0 y quedó a dos puntos del equipo rojo en la tabla de posiciones. Es la primera vez en nueve años que el club inglés cuenta una racha así, y se complica, a pesar de los notables jugadores que posee en su plantel.
El visitante empezó mejor, pero cuando el reloj marcaba 10 minutos ya era el dueño de casa el que insistía contra el arco de Pepe Reina. Las más claras de los dirigidos por Kenny Dalglish, que propusieron poco y nada, las tuvo siempre Luis Suárez, titular en esta ocasión al igual que Sebastián Coates.
Sin embargo, el salteño no encontró compañía en el ataque. Craig Bellamy no hizo un buen partido y la definición fue un obstáculo para el delantero de la selección uruguaya.
La mejor jugada para el rojo fue elaborada justamente por el charrúa, quien desbordó por la derecha con una gran jugada y llegó hasta la línea de fondo buscando el centro o el remate sin ángulo, pero el arquero cortó bien y le impidió concretar su intención.
Ante la repetida falla de Liverpool, Sunderland se fue acomodando, encontrando en Niklas Bendtner a la mejor figura. El pelirrojo fue una enorme complicación para la defensa del club inglés, incluso para Coates, ya que con velocidad y habilidad logró colarse siempre en la línea de fondo, causando peligro.
El peligro fue un aviso y el daño llegó. Campbell sacó un remate que se estrelló en el palo, quiso entrar pero topó con el cuerpo de Reina, salió al área y en ese rebote llegó el danés para definir, al medio y arriba.
El gol de Sunderland le bajó voltaje al partido y lo hizo unilateral. Dalglish mandó a Andy Carroll buscando encontrar el tanto con un nueve de área, pero no funcionó. Tampoco el aporte de Steven Gerrard cambió la pisada, y el plantel se fue quedando.
Liverpool sólo respiró cuando Bendtner se fue del campo de juego, en camilla por una durísima falta de Skrtel. El alivio de la defensa le permitió a los rojos generar mejor juego colectivo, presionados por el reloj.
Todas las últimas posibilidades de convertir fueron de los de Dalglish, casi siempre con participación de Suárez, y la más cercana al empate estuvo en los minutos adicionales. Gerrard hizo un esfuerzo enorme corriendo una pelota y levantando un centro, que pasó por delante de Dirk Kuyt, que no atinó a cabecear y desperdició la última chance.
Las posibilidades de Liverpool de clasificar a copas internacionales comienzan a complicarse por esta irregularidad que presentan en el juego, mientras que Sunderland viene en ascenso y se entusiasma con esta victoria.
La nota a mencionar del partido fue el constante abucheo de la hinchada locataria sobre Luis Suárez, quien sufrió cada vez que entró en contacto con el balón por lo que llegaba desde las colmadas tribunas.
Fuente: Montevideo Portal
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