Edinson Cavani
Su esposa Soledad y su hijo Bautista también viajaron a Londres. Mientras el "Matador" dialogaba con Ovación en el hotel donde se hospedó la delegación italiana, su mujer le mandó una foto del niño paseando en su cochecito, muy abrigado por las calles de Londres. Él enseguida mostró orgulloso la imagen. Bautista cumple su primer año el próximo miércoles y habrá gran fiesta en Nápoles. "Ojalá que la fiesta sea completa porque un día antes, el 21, jugamos la semifinal de la Copa Italia", dijo Cavani. También se refirió a su futuro y obviamente, a la selección.LONDRES | SILVIA PÉREZ
-¿Es consciente que hoy por hoy es el delantero uruguayo más destacado en el mundo?
-Puede ser por la continuidad que tengo y porque Napoli está pasando un momento muy bueno, no sólo a nivel local, sino también internacional. Hay que disfrutarlo porque hoy te toca vivir esto, para lo que uno trabajó tanto. Hay que disfrutarlo y valorarlo, pero siendo conscientes que no estamos acá porque alguien nos regaló algo, sino por el sacrificio y el trabajo.
-Qué realidad tan diferente a la de aquel futbolista que comenzó a ser reconocido en el Mundial de Sudáfrica más que nada por ir al sacrificio, ¿verdad?
-Es cierto, pero nos pasa a todos. El futbolista uruguayo hoy es visto de otra manera en cualquier lugar del mundo donde le toque caer. Uruguay impuso un nivel de juego y una característica de juego que hoy es envidiada por muchos países. Se ha formado un grupo, una asociación, que logra que las cosas salgan casi a la perfección. Estamos dando qué hablar al mundo. Y detrás de todo eso hay mucho trabajo y mucho empeño puesto por cada uno de nosotros. Hoy el jugador uruguayo es visto de otra manera gracias a todo ese trabajo y al proceso que sigue dando sus frutos.
-¿Estuvo bueno reencontrarse con los compañeros de la selección en Rumania?
-Siempre es algo muy lindo. Volver a la selección es encontrarse con compañeros que están convencidos de lo que quieren: defender a la Celeste al máximo. Reencontrarse, contar vivencias, anécdotas y recordar lindos momentos que hemos compartido juntos, te hace cambiar de aire. Volvés a tu club renovado, motivado.
-Debe ser mejor para los que no están pasando un buen momento, como Forlán o Suárez que han tenido inconvenientes, ¿verdad?
-Sí, creo que sí. Diego no estaba pasando por un buen momento, pero el encontrarnos en la selección hizo que volviera con más ganas y mucho mejor de cabeza a Italia. Ha demostrado que es un gran jugador y va volver pronto a hacer todo lo que ha hecho siempre.
-¿Ya han hablado algo sobre el recomienzo de las Eliminatorias?
-Cada vez que nos juntamos, hablamos. Ya estuvimos haciéndolo sobre el calendario que se nos viene. Lo bueno es que todos sabemos que tenemos que rendir al máximo en nuestros equipos para poder estar la orden de la selección en un 100 %.
-¿Cómo va la vida en Nápoles? ¿La locura es cada vez mayor?
-Es muy difícil hacer una vida normal. Nuestro oficio nos lleva a que no podamos tenerla y más cuando uno está en un equipo que, gracias a Dios, está peleando arriba en varias competiciones. Es complicado, más con la euforia y la pasión que viven los napolitanos el fútbol. Pero también es lindo porque la gente te demuestra mucho cariño y afecto y trata de estar siempre al lado tuyo. Son muy amables. Siempre lo malo tiene un lado bueno y hay que mirarlo de esa manera y tratar de disfrutar porque la vida del jugador de fútbol es corta y hay que dar gracias a Dios por lo que te toca vivir y por el lugar en que te toca estar.
-¿Pero puede salir a la calle o vive siempre recluido en su casa?
-Se hace difícil. Cuando salgo ya lo hago decidido a que voy a tener que parar muchas veces y dedicarle tiempo a la gente cuando de repente lo que quiero es estar con mi familia, con mi hijo. Es así, tenés que salir convencido, pero es la única forma de disfrutar un poco afuera.
-¿Se quedará en Nápoles?, porque acá en Inglaterra están enloquecidos con usted.
-Uno más o menos sabe cómo son las cosas. Ve como se maneja todo en el fútbol y sabe que se habla mucho. Es normal. Creo que lo mejor es darle importancia sólo a las cosas que nos estamos jugando ahora, como esto de la Champions o lo de la Copa Italia, y darle la trascendencia que tiene que tener. No hay que pensar en lo que puede llegar después. Hay que pensar en el momento que se está viviendo y disfrutarlo, pero siempre intentando dar el máximo. Además, yo siempre dejo las decisiones en manos de Dios. En el momento de ir a Nápoles las cosas se encaminaron hacia allí, cuando nosotros ni siquiera lo imaginábamos, ni lo pensábamos. Y en el futuro va a pasar lo mismo.
Fuente: Ovación Digital.
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