El Olympique de Marsella que no ha dejado de mejorar en las últimas semanas y el Inter de Milán atascado en una crisis de juego y resultados, miden hoy sus fuerzas en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
El transalpino busca, además, lograr la tercera clasificación consecutiva del Inter para cuartos de final de la Liga de Campeones y, de paso, tomarse la revancha del francés, que, al frente del Mónaco, le eliminó en semifinales al Chelsea que dirigía Ranieri en la de la máxima competición europea.
El Marsella acaba de alcanzar el cuarto puesto de su liga, la mejor clasificación de una temporada que comenzó mal y que ha ido ganando en regularidad con el paso de los partidos. No conocen la derrota desde que el pasado 23 de noviembre cayeron ante el Olympiakos. "Tenemos derecho a soñar", afirmó Deschamps, un admirador del fútbol italiano que el pasado verano estuvo a punto de convertirse en el técnico del Inter y que ya dio la sorpresa en Europa cuando condujo en 2004 al Mónaco a la final de la Liga de Campeones.
Ahora pretende revivir aquella epopeya al frente de un equipo cuya ambición ha sido revisada a la baja y que ya ha cumplido su objetivo europeo, que era llegar a los octavos. "Ahora, tenemos que ser ambiciosos y pensar que hay una opción de pasar", afirma.
Más aun, cuando Deschamps es consciente de que sus rivales no atraviesan el mejor momento, como tuvo ocasión de comprobar en directo el pasado sábado contra el Bolonia en San Siro, donde los de Ranieri concedieron un 0-3, lo que completó una serie de dos derrotas y un empate. "El equipo no está bien, como en los partidos anteriores (...) Pero estoy seguro de que en Liga de Campeones mejorarán colectivamente", aseguró. Deportivamente, Deschamps podrá contar con todo su efectivo de gala con excepción de Rémy, un hombre rápido que hubiera podido crear problemas a la defensa italiana pero que tiene una lesión.
Una pequeña ventaja para el Inter que busca encontrar la serie ganadora que Ranieri tuvo nada más llegar al equipo en septiembre pasado, cuando sumó siete victorias consecutivas que le permitieron salir de la parte baja de la clasificación.
El técnico duda entre alinear un 4-4-2 o un 4-4-1-1, con la delantera como clave, con la posible inclusión del uruguayo Diego Forlán o del holandés Wesley Sneijder para dar apoyo al jugador más adelantado, que sería el argentino Diego Milito o el italiano Giampaolo Pazzini.
"Me faltaba la Liga de Campeones. Esta es la competición más importante del mundo y estoy feliz de volver a jugarla. Hay muchos equipos fuertes y muchos campeones. No es fácil ganar para nadie", afirmó Forlán en una entrevista al portal de información de la máxima competición europea. Ranieri "es un gran entrenador. He jugado con sus equipos muchas veces en Inglaterra y en España y siempre le he respetado. Ha entrenado a grandes equipos y ahora que me entrena lo considero un verdadero privilegio para mí", añadió.
Por otro lado, según informa el diario El País, el delantero uruguayo declaró ayer "sentirse feliz", ya que hoy volverá a ser titular. "Cachavacha" se mostró seguro de que volverán "a ser el equipo que hace poco había logrado siete victorias seguidas" y destacó no estar arrepentido "de haber llegado al Inter".
Ranieri, en tanto, aclaró que siente el apoyo del club y negó que los argentinos Javier Zanetti y Esteban Cambiasso, líderes de vestuario, condicionen sus decisiones, como dijeron algunos medios de prensa.
Esta puede ser la ocasión además para que el entrenador italiano vengue la eliminación en semifinales en la Liga de Campeones de 2003-2004 de su Chelsea ante el Mónaco que entonces entrenaba Deschamps.
Alineaciones probables:
Inter de Milán: Julio César; Chivu, Samuel, Lucio, Maicon; Nagatomo, Cambiasso, Stankovic, Zanetti; Sneijder o Forlán, Milito o Pazzini.
Olympique de Marsella: Mandanda; Azpilicueta, Diawara, Nkoulou, Morel; Diarra, Cheyrou o Kaboré; Amalfitano, Valbuena, A. Ayew; Brandao. Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Estadio: Estadio Velódromo de Marsella (Francia).
El transalpino busca, además, lograr la tercera clasificación consecutiva del Inter para cuartos de final de la Liga de Campeones y, de paso, tomarse la revancha del francés, que, al frente del Mónaco, le eliminó en semifinales al Chelsea que dirigía Ranieri en la de la máxima competición europea.
El Marsella acaba de alcanzar el cuarto puesto de su liga, la mejor clasificación de una temporada que comenzó mal y que ha ido ganando en regularidad con el paso de los partidos. No conocen la derrota desde que el pasado 23 de noviembre cayeron ante el Olympiakos. "Tenemos derecho a soñar", afirmó Deschamps, un admirador del fútbol italiano que el pasado verano estuvo a punto de convertirse en el técnico del Inter y que ya dio la sorpresa en Europa cuando condujo en 2004 al Mónaco a la final de la Liga de Campeones.
Ahora pretende revivir aquella epopeya al frente de un equipo cuya ambición ha sido revisada a la baja y que ya ha cumplido su objetivo europeo, que era llegar a los octavos. "Ahora, tenemos que ser ambiciosos y pensar que hay una opción de pasar", afirma.
Más aun, cuando Deschamps es consciente de que sus rivales no atraviesan el mejor momento, como tuvo ocasión de comprobar en directo el pasado sábado contra el Bolonia en San Siro, donde los de Ranieri concedieron un 0-3, lo que completó una serie de dos derrotas y un empate. "El equipo no está bien, como en los partidos anteriores (...) Pero estoy seguro de que en Liga de Campeones mejorarán colectivamente", aseguró. Deportivamente, Deschamps podrá contar con todo su efectivo de gala con excepción de Rémy, un hombre rápido que hubiera podido crear problemas a la defensa italiana pero que tiene una lesión.
Una pequeña ventaja para el Inter que busca encontrar la serie ganadora que Ranieri tuvo nada más llegar al equipo en septiembre pasado, cuando sumó siete victorias consecutivas que le permitieron salir de la parte baja de la clasificación.
El técnico duda entre alinear un 4-4-2 o un 4-4-1-1, con la delantera como clave, con la posible inclusión del uruguayo Diego Forlán o del holandés Wesley Sneijder para dar apoyo al jugador más adelantado, que sería el argentino Diego Milito o el italiano Giampaolo Pazzini.
"Me faltaba la Liga de Campeones. Esta es la competición más importante del mundo y estoy feliz de volver a jugarla. Hay muchos equipos fuertes y muchos campeones. No es fácil ganar para nadie", afirmó Forlán en una entrevista al portal de información de la máxima competición europea. Ranieri "es un gran entrenador. He jugado con sus equipos muchas veces en Inglaterra y en España y siempre le he respetado. Ha entrenado a grandes equipos y ahora que me entrena lo considero un verdadero privilegio para mí", añadió.
Por otro lado, según informa el diario El País, el delantero uruguayo declaró ayer "sentirse feliz", ya que hoy volverá a ser titular. "Cachavacha" se mostró seguro de que volverán "a ser el equipo que hace poco había logrado siete victorias seguidas" y destacó no estar arrepentido "de haber llegado al Inter".
Ranieri, en tanto, aclaró que siente el apoyo del club y negó que los argentinos Javier Zanetti y Esteban Cambiasso, líderes de vestuario, condicionen sus decisiones, como dijeron algunos medios de prensa.
Esta puede ser la ocasión además para que el entrenador italiano vengue la eliminación en semifinales en la Liga de Campeones de 2003-2004 de su Chelsea ante el Mónaco que entonces entrenaba Deschamps.
Alineaciones probables:
Inter de Milán: Julio César; Chivu, Samuel, Lucio, Maicon; Nagatomo, Cambiasso, Stankovic, Zanetti; Sneijder o Forlán, Milito o Pazzini.
Olympique de Marsella: Mandanda; Azpilicueta, Diawara, Nkoulou, Morel; Diarra, Cheyrou o Kaboré; Amalfitano, Valbuena, A. Ayew; Brandao. Árbitro: Cüneyt Çakir (TUR). Estadio: Estadio Velódromo de Marsella (Francia).
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