jueves, 2 de febrero de 2012

El capi en la capi

 
imagenDiego Lugano habló de su presente en París Saint Germain, donde disfruta el invierno y está contento con la ciudad por poder "caminar por la calle y pasar desapercibido. No me pasaba hace años y disfruto". Además, valoró la competencia en su puesto porque "a mi edad me viene bien para mantenerme en plenitud".

Diego Lugano empieza a afianzarse en París Saint Germain, el equipo que lidera la Ligue 1 de Francia tras 21 fechas con tres puntos de ventaja sobre Montpellier y siete respecto a Lille. No sólo se está sintiendo cómodo en su nuevo equipo el capitán de la selección uruguaya, sino también en una ciudad donde "se puede disfrutar hasta el invierno y las temperaturas bajo cero".
Según dijo a Sport 890, "de las cosas que más disfruto es eso de poder ir de nuevo a un parque, a un shopping, y jugar con los gurises tranquilo y tomar un mate sin que te aborde la gente, o caminar por la calle y pasar desapercibido. Hace años no me pasaba eso y los que más disfrutan son los gurises, que se me enojaron en el verano porque fue imposible jugar un picadito en la arena cuando fuimos a la playa. Quedaron tristes porque no paraba de sacarme fotos, pero uno también entiende a la gente". "Me pasaba en Turquía y en Brasil, y por suerte acá no", valoró.
Más allá de que se pasea con su termo y mate por las plazas de París, sabe que las diferencias culturales son importantes. "Es demasiado estructural y organizado todo", dijo, y puso como ejemplo el trato con la prensa. "La secretaría de prensa del club cuando marca una entrevista te pregunta 10 días antes si querés hacerla, y yo en los primeros cuatro meses no di ni una porque estaba con la cabeza en acomodarme a la ciudad. Me preguntaban si quería, la fui estirando para más adelante y respetaban tremendamente. Es todo muy formal y muy frío. Así lo sentimos los extranjeros, pero obviamente para los jugadores franceses es normal", comentó.
Claro que esa frialdad no quiere decir que no haya críticas. De hecho, siente que fue demasiado hostigado por los medios cuando los resultados no se daban. "Lo que me costó fue entender el año que está viviendo el París. Uno venía con la adrenalina de la selección y llega a un club que este año no es un club normal. Es el único de la capital francesa, con un potencial tremendo, y fue comprado por capitales extranjeros, el gerente deportivo es brasileño, cambió la estructura interna y muchos de los jugadores".
"Todos están pendientes del París, más que nada porque hay gente extranjera a cargo del equipo de la capital. Eso hace que las críticas aparezcan, que no te perdonen una y estén encima tuyo. Yo lo viví en carne propia, porque jugué 15 muy buenos partidos, algunos en gran nivel, pero cuando perdíamos parecía que sólo perdíamos Pastore y yo", lamentó Lugano, aunque reconociendo que "hay que ajustarse a esto. Un título es lo que el equipo necesita para sacar todas esas dudas que la gente y la prensa tiene sobre este nuevo París".
Consultado por la dura competencia en su puesto, opinó que "está salada. Hay cinco zagueros de nivel de selección. Hace 10 días llegó Alex, el brasileño del Chelsea, que es un excelente defensor. Tengo de compañero a Sakho, un zurdo que es el preferido de la hinchada porque juega muy bien y es de las inferiores del club. Ya es titular de la selección francesa y lo comparan con Desailly y Thuram por su parecido físico. Está Bisevac, de la selección de Serbia, y un par de franceses más de muy bien nivel. Eso hace que me prepare no sólo para los partidos, sino para cada entrenamiento, respetando los antes y los después de las prácticas como hacía cuando era más gurí. A mi edad me viene bien para mantenerme en plenitud".
Sobre el relacionamiento con el plantel, indicó que "es todo súper profesional y no tiene nada que ver con Uruguay. Acá cada uno hace su trabajo, te ves en el horario de entrenamiento y nada más. Con los sudamericanos intentamos cambiar el molde, hacer alguna comida después de las prácticas, o salir a algún lado a chiviar como por ejemplo corriendo karting, y no es fácil. No están muy acostumbrados y es diferente porque tienen otra manera de vivir. No quiere decir que no sean muchachos correctísimos, pero tienen otra manera de pensar. Tal vez ahora con más brasileños en el equipo podamos sumar esa faceta de grupo, que yo creo que sería importante tenerla para generar mayor relacionamiento. Ayuda a la hora de sobrellevar situaciones como una derrota o mismo una victoria. Ojalá podamos meter en la cabeza del vestuario esa mentalidad sudamericana".
Por último, también habló del reconocimiento a Óscar Tabárez por parte de la UNESCO, y de sus ganas de jugar los Juegos Olímpicos. "Me invitó a la premiación del maestro la gente de la Embajada de Uruguay y de la UNESCO, más que nada por ser el capitán de la selección y vivir en París. Por lo que sé, Luisito (Suárez) fue invitado pero no consiguió el permiso de su club. Estuvo muy lindo simbólicamente por lo que significó ese reconocimiento para el maestro y para el fútbol uruguayo". Claro que Lugano "no quisiera estar en la piel" del técnico de la celeste a la hora de elegir el plantel de cara a los Juegos Olímpicos, porque "obviamente es la ilusión que tenemos todos los jugadores. Con la historia que tienen los Juegos y lo que significan para el fútbol uruguayo en especial, sería buenísimo estar".

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