martes, 7 de febrero de 2012

Volvió Suárez y vibró Anfield

El estadio de Anfield estalló a los 65 minutos cuando el técnico Kenny Dalglish hizo ingresar a Luis Suárez que no jugaba en el Liverpool desde el pasado 26 de diciembre.
El salteño tuvo que esperar cinco minutos para ingresar al campo de juego porque en el momento que el técnico le dio la orden de sustituir al holandés Dirk Kuyt, no hubo interrupciones en el partido. Fue como si algo extra estuviese conspirando para que el N°7 se metiera en el terreno.
Los hinchas aclamaban al uruguayo y se ponían cada vez más ansiosos. Los "Reds" precisaban el triunfo para mejorar su posición en la Premier.
Suárez vivió intensamente los 29` minutos que estuvo en cancha. El público coreó su nombre. Los primeros planos fueron para él, por figura y hombre capaz de quebrar la igualdad.
En las tribunas sobresalió una pancarta: "El show de Luis Suárez", acompañada con un número 7 enorme.
El delantero no brilló, pero tuvo presencia peligrosa por los costados y en el área. Le falto más tranquilidad y espacios para meter la pelota adentro del arco.
Que es ídolo es indiscutible y que todo lo previo influyó, también. Muchos hinchas lucieron caretas con su rostro y pidieron por él.
Una vez que Suárez entró parecía venirse abajo el "Anfield Road". Una ruidosa bienvenida recibió el atacante tras los ocho partidos de suspensión que debió cumplir.
Y su primera intervención fue singular. Accidental y atípica para un delantero.
A los 69` le dio una tremenda "patada" a Parker en el abdomen, altura en donde no estaba la pelota. La sacó barata. El árbitro le mostró tarjeta amarilla.
Pero el escenario del Liverpool casi se derrumba a los 85`. El salteño desperdició una buena chance de gol. Steve Gerrard envió al corazón del área un centro vertical. Suárez le ganó la posición a los defensores, pero su definición fue imperfecta y la pelota fue a las manos del arquero Friedel.
A los 89` otra vez el goleador apareció en escena. Remató en el área y en el rebote el balón dio en su mano. Protestó y pudo haber recibido la segunda amarilla, pero no.
Suárez volvió y el "Anfield Road" tuvo su show. Al salteño sólo le faltó el gol. Una pena.

LO MEJOR

Felicidad
Todos sus compañeros lo abrazaron cuando terminó el partido y varios rivales se sumaron para darle la mano.
Desenfado
Suárez ingresó a los 65` y mostró su velocidad y desenfado para encarar a los rivales con amagues y cambios de ritmo.
Ovación
Los hinchas de los "Reds" colmaron el "Anfield Road" y comenzaron a pedir el ingreso del uruguayo, idolatrado.

LO BUENO

Compromiso
El grado de compromiso y solidaridad del salteño para pedirla siempre y no dar ninguna pelota por perdida.
Caretas
A la gran pancarta que decía "El show de Suárez, se le sumaron las caretas con el rostro sonriente del número 7.
Emocionado
Sebastián Coates formó parte del banco de suplentes y y se le vio muy emocionado cuando Suárez ingresó a la cancha.

LO PEOR

Empates
Suárez no pudo salvar a Liverpool acumuló un nuevo empate como local: esta temporada ya lleva ocho en 12 partidos de la Liga ingles.
Cabezazo
Suárez cabeceó a las manos del golero solo frente al arco rival. Nadie podía creer que un jugador de su categoría haya fallado así.
¡Ufff!
Le sacaron tarjeta amarilla por darle una "patada" en el bajo vientre a Scott Parker cuando éste intentaba rechazar de cabeza en el área.

La sanción, y los partidos que no jugó en los "Reds"

El conflicto entre Luis Suárez y Patrice Evra dio que hablar y lo seguirá dando después que a John Terry le aplazaran el juicio por racismo (supuestos insultos a Ferdinand) para después de la Eurocopa.
En el caso del salteño la Federación Inglesa (FA) en su momento lanzó un informe de 115 páginas donde explicaron los motivos de la sanción del uruguayo. La sanción consistió en ocho partidos y 62.000 dólares de multa para el delantero.
Dentro del informe, la FA catalogó las declaraciones de Suárez como "inconsistentes" y "poco fiables". Mientras que las declaraciones de Evra fue un "testigo creíble" que dio su evidencia de forma "calma y clara". También se informó que Luis Suárez llamó "negro" a Evra en siete ocasiones, y mientras que el uruguayo declaró que esa fue una forma "amigable y conciliadora" los videos, según la FA, demostraron lo contrario.
La evidencia también mostró que Evra le increpó a Suárez luego de una falta "¿Por qué me pegás?" a lo que el delantero respondió "Porque sos negro". Luego agregó "No hablo con negros".
El Liverpool confirmó que recibió el informe. Suárez, el club y los asesores legales se tomaron su tiempo necesario para leer, digerir y considerar propiamente el contenido de las 115 páginas y finalmente no apelaron.

Kenny Dalglish, el que sacó la cara por Suárez

El entrenador escocés del Liverpool, Kenny Dalglish, siempre apuntó contra la federación inglesa de fútbol por lo que consideró una "persecución" contra el delantero uruguayo.
Además, dijo estar "profundamente molesto" por el trato que recibe Suárez, "dentro y fuera de la cancha", según declaró a The Guardian días atrás.
Dalglish disparó munición gruesa a la FA, a la que acusó pretende castigar la indisciplina de Suárez por un gesto obsceno hacia la hinchada del Fulham al mismo tiempo que apela por una reducción de la sanción a Wayne Rooney, quien golpeó sin pelota a un rival en el último partido de las eliminatorias para la Eurocopa 2012.
"Encuentro un poco extraño que la FA esté supuestamente sentando un ejemplo de cómo deben ser las cosas y sin embargo apelan contra la sanción de tres partidos de Rooney. No creo que eso sea un buen ejemplo", señaló a The Guardian el entrenador del Liverpool.
Ante ello, la FA lanzó un comunicado explicando que están "obligados por su deber" a apelar ante la UEFA las sanciones contra sus jugadores, tras lograr que el castigo a Rooney pasase de tres a dos partidos de suspensión.

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